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Agua y Comunidades en tiempo de pandemia

Agua y Comunidades en tiempo de pandemia

El miércoles 20 de mayo se realizó el foro virtual “Agua y Comunidades en tiempo de pandemia” organizado por el Observatorio Panameño de Ambiente y Sociedad, OBPAS y moderado por el sociólogo Carlos Escudero Nuñez miembro fundador de este colectivo. El foro buscaba generar un intercambio de experiencias por parte de defensores del agua en diferentes latitudes, para el mismo se invitaron a panelistas miembros de colectivos y organizaciones de países como: Chile, Colombia y Panamá en donde se expusieron temas relacionados a la situación actual sobre el extractivismo hídrico, la defensa del territorio, así como la búsqueda de alternativas al modelo de privatización y mercantilización del agua frente al Covid19.

Entre algunos puntos en común identificamos que el modelo neoliberal de apropiación del agua estaría agravando las situaciones de crisis sanitaria en esta pandemia, no es casualidad que Latinoamérica sea una de las regiones con más contagios por covid19 y en donde el acceso al agua sea una de las grandes ausentes.

Según datos del tribunal latinoamericano del agua, en Latinoamérica hay 77 millones de personas que no cuentan con acceso al agua, la cobertura de servicios básicos es aún mucho más baja en donde tan solo el 49 por ciento de la población cuenta con servicios básicos sanitarios. De los 77 millones que no cuentan con acceso al agua, 55 se encuentran en zonas rurales y 22 millones en zonas urbanas, de igual forma en la distribución de la gestión hídrica, el 70 por ciento del agua se utiliza en la producción de agroindustria y el 20 por ciento en la industria respectivamente. Además, alrededor de 150,000 muertes son reportadas por enfermedades relacionadas con el agua, un 85 por ciento ocurre en menores de 5 años, todas estas situaciones serán agravadas con la llegada de la pandemia.

El panel estuvo conformado por voceras y voceros que compartieron experiencias desde diferentes organizaciones en la defensa del agua. Por Chile, conversamos con Camila Zárate quien es vocera del movimiento agua y territorio, MAT. Nos relató respecto a la «Crisis del agua que se vive en Chile: Salidas y alternativas a la privatización”. Respecto a la forma en la En Chile se aborda el tema del agua mediante el Código de aguas, instrumento para expropiar el vital líquido a la población, se propone derogar el código de aguas e ir más allá de su derogación, también modificar la percepción que se percibe en relación con el entorno, siendo el agua es un elemento que da vida y que actualmente no goza de derechos reconocidos por el Estado para su protección. Se percibe al agua como una mercancía mercadeable por encima de los derecho simbólicos y culturales que pueda esta tener y en donde el Estado como regente estaría totalmente limitado, únicamente generando facilidades para que empresas privadas operen en usufructuó encima del consumo humano.

El Estado estaría operando en momentos de escases y crisis hídrica, en favor de empresas privadas, apoyando la gestión privada. Se aprovecha la sequía y las crisis para generar oportunidades de negocio en donde se genera el fenómeno de la especulación al momento de que el agua tiene un mayor valor. No hay garantías constitucionales al agua, a pesar de que Chile ha firmado acuerdos al respecto.

Camila también nos menciona la importancia de desprivatizar el agua como un bien común inapropiable, pero también la importancia de la gestión común del agua, no es solamente derogar el código de agua. Desde el 2019, se han generado cabildos, para gestionar el agua, reconocer el agua como un derecho humano como un bien inapropiable en donde se estableció un decálogo:

  • Reconocer el agua como un derecho humano y un bien común inapropiable.
  • Que el agua y la naturaleza sean reconocidas como sujetas de derecho.
  • Elevar la importancia de proteger todos los cuerpos de agua que tenemos.
  • Garantizar la restauración de los ecosistemas.
  • Derogar el código de agua y reemplazarlo por un nuevo marco normativo basado en la gestión comunitaria.
  • Que el uso de la gestión de las agua sea comunitaria territorial.
  • Que las prioridad de uso sean para los individuos ecosistémicos y para el consumo humano.
  • Que la gestión comunitaria sea plurinacional.
  • Garantizar el uso del agua por los pueblos ancestrales.
  • El agua como uso agroecológico y otras formas de crear alimento al borde del ciclo de la naturaleza.

Por su parte; Francisca Fernández quien es vocera del Comité Socioambiental de la coordinadora feminista 8M, además, de miembro del MAT. Nos habló respecto al: «Feminismo socioambiental y economías territoriales en la lucha por la desprivatización del agua en Chile» La necesidad de construir un feminismo socioambiental, un feminismo territorial que rompa con los modelos existentes del extractivismo que se mantiene bajo economías masculinizadas, además, pensar el feminismo socioambiental por la lucha de la desprivatización del agua en el contexto de chile. Nos recuerda que esta pandemia, es una crisis ecológica social instalada desde décadas, y es parte de ese modelo neoliberal de apropiación del recurso natural, de los bienes comunes en donde la destrucción del ambiente hace parte de la acumulación del capital. La pandemia viene a demostrarnos el horror y la profundización de las lógicas neoliberales, las cuales no han parado, por ejemplo, la actividad extractivista en Chile no ha parado, se ha triplicado y es muy claro que el extractivismo no está en cuarentena sino todo lo contrario, está activo en tiempos de crisis. El extractivismo como extracción ilimitada de nuestros bienes comunes para la venta de los mercados internacionales se acoge sobre un modelo de economías masculinizadas, en donde la explotación de la naturaleza es sinónima a como se dominan los cuerpos de las mujeres, las niñas. Una lucha por la justicia social y justicia ecológica por la memoria de los flujos de las aguas. Nos recuerda que en Chile la lucha tiene cuatro elementos claves: el hambre (se multiplican las ollas comunes y populares), la soberanía sanitaria (reconocer los saberes de los distintos pueblos), las alternativas al desarrollo (una transición posextractivista), acortar las brechas de producción, distribución y consumo (compra directa a los productores) para romper el ciclo de dependencia y de paso apoyar a los productores.

Por parte de Panamá conversamos con Damaris Sánchez quién es directora de proyectos de la Fundación para el Desarrollo Integral Comunitario y Conservación de Ecosistemas de Panamá, FUNDICCEP. Nos habló de: “Los Desafíos de la sociedad ante las crisis globales que nos amenazan en lo local: acceso al agua, energía, y alimentación segura y sana” Damaris, manifiesta que, la vida y tradición de las experiencias comunitarias frente a estas nuevas realidades del covid19 y frente al neoliberalismo que busca apropiarse de los bienes colectivos como; los ríos, la alimentación y el agua son una determinante a tener en cuenta. En Panamá específicamente en la provincia de Chiriquí, existen alrededor de 27 proyectos hidroeléctricos para la cuenca de Chiriquí Viejo, siendo que de las 52 cuencas hidrográficas que existen en el país, la del canal de Panamá tiene un manejo especial y las otras 51 cuencas se rigen por una ley de año 1966, que recientemente en el 2004 se aprobó una ley de cuencas normada hasta el 2014.

Damaris nos recuerda que actualmente se busca crear nuevos embalses al Canal de Panamá con el potencial desplazamiento de comunidades por inundaciones debido a los bajos niveles en temporada seca. Los gobiernos han hecho énfasis teóricamente en apoyar programas de sanidad básica, de servicios a las familias pobres, sin embargo, estos han quedado en proyectos inconclusos debido a la corrupción, el proyecto Alianza del millón hectáreas (campaña irreal en sus resultados) es uno de esos proyectos.

El agua no es una mercancía, en la necesidad de tener agua perdemos de vista el derecho que todos tenemos al acceso al mismo como bien natural, el Estado debe proveerlo de forma general y gratuita.

Con la crisis del Covid19 existen mayores desafíos para articularnos como comunidad, cuando una de la principales recomendaciones es el distanciamiento físico, las dinámicas que vivimos frente a esta pandemia nos condiciona y limita para poder actuar frente al covid19.

También por parte de Panamá estuvo Ramón Benjamín, abogado, egresado del programa FLACSO-Panamá y miembro de la Red Nacional por la Defensa del Agua, RNDA. Nos habló de: “La situación del agua y comunidades visto desde la óptica de la ciudad, el papel de las instituciones antes de la pandemia, las medidas relacionadas, las protestas ocurridas, así como las propuestas a futuro”

En palabras de Ramón, la pandemia ha vuelto a poner en primer plano desigualdades existentes, desigualdades que se nos presentan hoy día más recrudecidas, se vienen padeciendo desde hace décadas, sin embargo, con esta pandemia se verán mayormente visibles. No es que las desigualdades surjan ahora, ya existían y la pandemia es una continuidad al problema.

Panamá es uno de los países con el mejor desempeño económico, pero en el correlato del supuesto éxito también somos uno de los países más desiguales del mundo, siendo que una de las medidas principales de lavarse las manos con agua y jabón se hace inútil en una situación de escases hídrica como la que viven muchas comunidades. Hay muchas protestas por el agua que no son recogidas por los medios tradicionales, así como se sabe de indicios de que se genera desabastecimiento a propósito para beneficiar a empresas de agua vinculada a un diputado.

Además, de la calidad del agua en provincias como Darién o Bocas del Toro, y la ausencia en comarcas o la no continuidad del servicio que rodean los barrios populares y el acaparamiento en las provincias como Chiriquí. Se hacen presente, sin dejar de mencionar la marginalidad que persiste en el IDAAN dentro de la Institucionalidad del Estado, el sector privado busca la privatización del agua, siendo el único servicio no privatizado hasta la fecha, y entidades como CONAGUA que no dan señales de vida, son algunas de las observaciones emitidas.

Por parte de Colombia, conversamos con Cristian Abad Restrepo, doctor en Geografía por la Universidad Federal de Paraná, (Brasil) y miembro de la Mesa Ambiental San Cristóbal, quien nos habló respecto a los «Desafíos ambientales y como recuperar los tiempos de la comunidad»

Cristian empezó desarrollando la interrogante alrededor del conflicto que Colombia ha vivido por los últimos 50 años, y como la cuestión de la defensa del territorio, el agua y los bosques es una labor de alto riesgo en donde han muerto más de 100 líderes comunitarios en los últimos años, además, del hecho que Colombia está a disposición de un complejo extractivista. Lugares como el departamento de Antioquia proveen alrededor de 40% del régimen energético a nivel nacional. A todo esto, se genera un proceso de desnaturalización de la base originaria de la vida sobre el planeta, la materialidad espacial en cómo se han constituido los territorios a lo largo de los años. Habría que comenzar a buscar la comunidad y el emparentamiento entre los parientes ancestrales, abuelo, ancestro, el segundo nivel de parentalidad, la comunidad viviente y en el tercero la parentalidad aire, agua, energía y lo no humano.

El momento actual nos interpela a pensar como humanos y que dependedemos de una parentalidad más allá del lucro y la mercantilización de la naturaleza, debemos ser consciente de que nos estamos matando sino cambiamos el rumbo de las cosas a como van.

 

https://www.youtube.com/watch?v=k2EJbAkBAdg

 

 

 

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